viernes, 12 de noviembre de 2010

Podemos conceptualizar la resiliencia como la capacidad de la persona humana de sobreponerse a los riesgos de la existencia no solo superandolos sino desarrollando al máximo su potencial.



El termino resiliencia tiene su origen en el latin, resilio, que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar el término se utiliza en física; expresa la cualidad de la materia a resistir la presión, doblarse con flexibilidad, recobrar su forma original, no deformarse ante presiones y fuerzas externas y su capacidad de resistencia al choque.



Para la educación el término implica lo mismo, una dinámica positiva, una capacidad de ir hacia adelante, sin embargo la resiliencia humana no se limita a resistir, sino que permite la reconstrucción.



La resiliencia en esencia es la capacidad de recuperarse, sobreponerse y adaptarse con éxito frente a la adversidad y de desarrollar competencia social, académica y vocacional. El término resilente se ha adoptado en cierta forma en lugar de invulnerable, invencible y resistente. Su acepción reconoce el dolor, la lucha y el sufrimiento implicítos en el proceso, este proceso se aleja del modelo médico del desarrollo humano basado en la patología y se apróxima a un modelo pedagógico proactivo basado en el bienestar el cual se centra en la adquisición de competencias y eficacia propia.



Hoy día todo ser humano requiere desarrollar resiliencia; el proceso de adquirir resiliencia es de hecho el proceso de la vida dado que toda persona requiere superar episodios dificiles ya sean de trauma, estrés, rupturas, etc. , sin quedar marcado de por vida y ser feliz; de esta forma resulta coincidente con la pedagogía al reconocerse que esta es la ciencia que enseña a vivir bien la vida, aceptando el sufrimiento que conlleva.

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